Décimo Octavo Día: Domingo 10 de mayo de 1953

 

En este día se anunció, por las dos niñas, que el niño Juan Ángel Collado, el único varón entre ellas, había enfermado súbitamente. Por esta razón, no estuvo presente en el lugar de la aparición ese día. Sin embargo, dicen que la Virgen lo visitó en su casa y lo atendió, como una madre cuida a su hijo enfermo.

Al otro día, Juan acudió al pocito y, para su sorpresa, la Virgen le preguntó por qué no había asistido al lugar el día anterior. Él le contestó que no había ido porque estaba enfermo. Inmediatamente la Santísima Virgen le respondió: “No viniste porque no quisiste”. La Virgen quiso enseñarnos que no debe existir ningún obstáculo que nos impida servir a Dios sobre todas las cosas.

Cuando las niñas fueron a visitar a Juan Ángel Collado, su compañero de escuela, quien había enfermado, dos policías las escoltaron desde la escuela hasta la casa del niño, sin permitir que nadie del público se les acercara, ni mucho menos las tocara. Dijeron que la Virgen había visitado a Juan en su casa.

Ya para este día se estaban haciendo los preparativos para el día del milagro anunciado por la Virgen, el 25 de mayo.