Este cuarto mensaje se dio a la luz pública el 25 de mayo de 1992 y se podría resumir en las siguientes ideas centrales:
1. La crisis de fe que se vive en el mundo y que desafortunadamente alcanza también a algunos sacerdotes, que por su infidelidad a su vida consagrada se convierten en aliados del enemigo.
2. La necesidad de rezar y sacrificarse por los sacerdotes en general.
3. Una advertencia de la Santísima Virgen de un castigo al mundo y la gran misericordia que Dios tiene por la humanidad, que espera de todos los hombres una conversión inmediata y sincera.
4. Una proposición a los hombres de entrega y crecimiento espiritual, mediante una vida disciplinada de oración, ayuno, mortificación de los sentidos, disposición amplia a la penitencia y al sacrificio y una participación intensa e íntima en la Sagrada Eucaristía.
5. Que el demonio tratará de destruir su obra mediante un relajamiento hacia lo divino, a través de falsas apariciones y manifestaciones que serán obra del maligno y que algunas de ellas serán respaldadas por pastores y jerarcas de la Iglesia; de igual modo, apariciones que serán manifestaciones de Dios serán reprimidas y perseguidas por la misma Iglesia.
6. La Santísima Virgen, finalmente, se proclama como el Ángel Mayor enviado de estos tiempos, la Virgen de Luz, la Virgen María y la Esposa de Dios.
7. Concluye afirmando con autoridad soberana que Ella es la Esposa de Dios.
El cuarto mensaje de la Santísima Virgen del Rosario es concreto, conciso y claro. El que quiera entender, que entienda.