El siguiente es el primer mensaje dejado por Nuestra Señora del Pozo en su aparición de 1953. Fue revelado el 5 de mayo de 1978.

Primer Mensaje

“Entra al mundo y cuando más sumido estés en la oscuridad y después de haber negado mi nombre, llegará un enviado que te recordará el Verdadero Camino. Tocará Satanás a las puertas de tu casa y con ira lo expulsarás; esto es señal de que ha llegado el momento de decir la siguiente promesa:

Yo prometo facilitar y/o proveer las gracias necesarias para la salvación, antes de la muerte, a todo aquel que en los momentos de confusión y en definición del camino hacia mi Amadísimo Hijo, promulgue mi nombre como Madre del Verdadero Camino hacia el Padre.”

María

Explicación del Primer Mensaje

El primer mensaje de la Santísima Virgen del Rosario es una invitación a nosotros, los cristianos, a comprometernos más con nuestro Señor Jesucristo y con nuestra Iglesia. Es una promesa donde la Virgen nos invita a cada uno de nosotros a ser instrumento de definición, pues nos señala unos momentos de terrible confusión y donde Ella nos promete unas gracias especiales si promulgamos su nombre como Madre del Verdadero Camino hacia el Padre.

A través de este mensaje, Jesús, por medio de la Santísima Virgen María, nos invita a dar comienzo a la Misión que Ella nos dejó encomendada. ¿Qué Misión? La transformación de la humanidad, el llamado a una vida de cristianos más entregados, a ser cristianos verdaderos como Ella les llama, en unos momentos tan difíciles como los que estamos viviendo.

Este mensaje hay que verlo desde dos puntos de vista al interpretarlo: como si María Santísima nos estuviese hablando a cada uno de nosotros en lo personal, pero también debemos verle en su aspecto general como mensaje enviado por nuestro Señor Jesucristo, a través de Su Madre a la humanidad.

La Virgen nos invita a ser instrumentos de definición, a ser como una máquina que impulse a todos los que nos conocen y nos rodean, a movernos trabajando por la Gloria de Dios. A través de esa invitación a la promesa, la Santísima Virgen nos ofrece esas gracias especiales para velar por nosotros como hijos de Dios, como hijos de María.

A través de esta promesa, la Santísima Virgen nos invita a ser instrumentos de definición en los momentos de confusión que se irán agravando. Nos llama de una manera muy especial a promulgar su nombre. Las palabras: “promulgue mi nombre como Madre del Verdadero Camino hacia el Padre” es lo que define, según esta promesa, cuál habrá de ser el Verdadero Camino. ¿Y por qué Ella habla del Verdadero Camino? Porque como resultado de esta confusión y búsqueda insaciable, el hombre tiende a inventarse una serie de filosofías extrañas.

La promesa de gracias especiales que Ella nos hace, además de ser un llamado a una vida de mayor entrega, es también una profecía por dos razones:

• La primera es que la Santísima Virgen nos señala que vendrán los momentos de la culminación de una gran confusión y durante esos momentos reconoceremos cuál será la Verdadera Iglesia, porque esa Iglesia proclamará a la Santísima Virgen como Madre (con todos sus dogmas), Madre del Verdadero Camino.

• La segunda es que profetiza que cuando vengan los tiempos de confusión, Ella “facilitará y/o proveerá las gracias necesarias para la salvación”, a todo aquél que se comprometa con la Santísima Virgen a ser un apóstol especial suyo.

La Santísima Virgen hace un llamado especial a todos sus hijos a través de esta promesa. Estamos viviendo tiempos muy difíciles y no sólo por la criminalidad, las guerras, la droga, los problemas sociales, la murmuración. Estos son simplemente los síntomas de una gran crisis. El gran problema es la falta de fe. Todo esto sucede por la falta de fe, aún dentro de nuestra Santa Madre Iglesia. Por eso, el llamado que la Santísima Virgen nos hace es a que se aumente la llama de la fe en cada uno de nosotros.

Estos años serán de momentos muy difíciles para todos los hijos de María Santísima, no sólo en el ámbito humano y material, sino también en el espiritual. Que el Señor y la Santísima Virgen les bendiga a todos.

Recemos mucho en este tiempo por todo lo que está sucediendo, para que la Santísima Virgen interceda por nosotros y dé fortaleza a todos aquellos que llevan a nuestra Señora del Rosario del Pozo en su corazón.